Creciendo durante los años 70, aún recuerdo con claridad haber visto a Marvin Gaye en el Festival de Jazz Kool en el Coliseo de Oakland y pensaba lo maravilloso que era que los cigarrillos Kool apoyaran a nuestros artistas. Yo era una adolescente y no me daba cuenta de que los patrocinios, los productos gratis y el dinero de la industria del tabaco eran simplemente parte de su plan macabro para conseguir y mantener a la población negra enganchada a los cigarrillos mentolados. Se dirigían a esta comunidad de manera depredadora con el fin de conseguir clientes, enmascarado como apoyo a la comunidad negra. La habilidad que tenían para asociar este producto mortal con el estilo «cool” de la comunidad negra fue un verdadero triunfo de mercadeo.
El mentol ha sido una herramienta de promoción de la industria del tabaco por mucho tiempo. Se le ha añadido mentol a los cigarrillos durante casi un siglo, disimulando el sabor fuerte del tabaco y haciendo que el humo sea más suave y fácil de inhalar, pero esa facilidad tiene un precio. La suavidad del mentol permite a los fumadores inhalar más profundamente, así las partículas dañinas pueden depositarse y penetrar más en los pulmones. Los cigarrillos mentolados también son más difíciles de dejar: las personas que consumen cigarrillos mentolados tienen menos probabilidades de dejar de fumar.
En el 2019 se cumplieron 10 años desde la aprobación de la Ley de Control del Tabaco (ACT, por sus siglas en inglés), una ley histórica que, entre otras cosas, prohibió los cigarrillos con sabor, todos los sabores excepto el mentol. Aunque esta ley pretendía impedir que la industria del tabaco utilizara sabores dulces y atractivos para enganchar a una nueva generación a los cigarrillos, no consiguió hacer una cosa importante: detener la venta de cigarrillos con sabor a mentol.
En verdad, la Ley de Control del Tabaco fue una gran victoria para todos los que habíamos trabajado durante décadas luchando contra la industria del tabaco, pero la exclusión de los cigarrillos mentolados de la legislación inicial fue un retroceso terrible y cualquiera que quería a los fumadores negros como clientes lo sabía.
La industria del tabaco quiere hacernos creer que esta exclusión conservaba la libertad de elegir de los fumadores, especialmente entre aquellos que son miembros de las comunidades de color, que tienen mayores porcentajes de consumo de cigarrillos mentolados. Por ejemplo, en California, el 70% de los fumadores adultos afroamericanos fuman cigarrillos mentolados, la tasa de consumo más alta de cualquier grupo. La industria del tabaco utiliza la libertad de elegir como una cortina de humo para ocultar el hecho de que los cigarrillos mentolados son una de sus mejores herramientas para atrapar clientes nuevos, y no quieren perder esta táctica, y tampoco perder a la población negra.
Veamos lo que realmente está ocurriendo. Desde que se firmó la Ley de Control del Tabaco, el consumo de cigarrillos ha disminuido en los Estados Unidos en los últimos años, pero las ventas de cigarrillos mentolados han aumentado de forma constante, especialmente entre los jóvenes y los nuevos fumadores, lo que básicamente, ha producido el efecto contrario del objetivo que tenía la Ley de Control del Tabaco.
Los resultados que deberíamos estar celebrando son las 32,000 vidas que se habrían salvado para el año 2050 si la prohibición de los cigarrillos mentolados hubiera entrado en efecto en el 2011. Y a pesar de que las personas negras representan sólo el diez por ciento de la población de Estados Unidos, un tercio de esas vidas salvadas habrían sido de afroamericanos. Esta enorme diferencia es la confirmación de décadas de objetivos depredadores logrados por la industria del tabaco. El cigarrillo mentolado es la razón principal por la cual las comunidades afroamericanas experimentan una mayor mortalidad relacionada con el tabaco que cualquier otro grupo racial o étnico en los Estados Unidos. El tabaco mata anualmente a más afroamericanos que el SIDA, el alcohol, los accidentes de tráfico, las drogas ilegales, los asesinatos y los suicidios juntos.
Es importante señalar que la prohibición de la venta del mentol no criminaliza ni castiga a las personas que fuman cigarrillos mentolados y que han sido un blanco de la industria del tabaco durante décadas al consumir sus productos mortales, simplemente tienen como objetivo evitar su venta. La verdad que se esconde detrás del humo es que la industria del tabaco está haciendo todo lo posible para evitar que se prohíba su venta. Se estima que las contribuciones de esta industria a la comunidad afroamericana ha llegado hasta los 25 millones de dólares al año. Esperemos que esta generación sea más inteligente de lo que fuimos nosotros durante los años setenta. Sabemos lo que están tratando de robar…nuestro futuro.